Dequeísmo y queísmo
El dequeísmo es uno de los errores gramaticales más comunes hoy en día. Pero por temor a incurrir en ella se ha creado otro peor: el queísmo ( o antidequeísmo.)
En la frase “estoy seguro de que ustedes entenderán” no se debe eliminar la preposición de.
Este es uno de los casos en que es correcta la utilización del “De que”.
Existe una fórmula sencilla para saber cuándo ocurre esto, basta con oponer en forma de pregunta la frase que se va a decir, y si la pregunta exige el de, la frase expositiva también deberá llevarla.
Aplicando la fórmula en la frase de ejemplo “Estoy seguro de que ustedes entenderán” surgen dos formas de hacer la pregunta, utilizando el "qué" y otra con el "de que":
1.) ¿Qué estoy seguro?
2.) ¿De qué estoy seguro?
Vemos que la primera no encaja en la pregunta, mientras que la segunda si surge natural la utilización de la preposición "de qué", luego la frase expositiva deberá construirse con el "de que"
Miremos otro ejemplo:
“Yo pienso de que no vendrá
Aplicando la fórmula, nos hacemos las preguntas
1) ¿Qué pienso?
2) ¿De qué pienso?
Es claro que la pregunta “¿De qué pienso?” no encaja, mientras que la primera ¿Qué pienso? si se lee natural, luego en ese caso no se debe utilizar el de que.
Lo mismo ocurre en las siguientes locuciones:
¿De qué me di cuenta? Me di cuenta de que…
¿De qué me alegré? Me alegré de que…
¿De qué estoy convencido? Estoy convencido de que…
¿De qué tiene idea? Tiene idea de que…
¿De qué tengo el presentimiento? Tengo el presentimiento de que…
Por el contrario, con otros verbos, que son transitivos, la pregunta no lleva el de, por lo tanto no se dice:
¿De qué pienso?
¿De qué creo?
¿De qué dije?
Sino
¿Qué pienso?
¿Qué creo?
¿Qué dije?
Y las respuestas serían:
“Pienso que”, y no “pienso de que”
“Creo que”, y no “creo de que”
“Dije que”, y no “dije de que”
Pero no siempre la preposición de y la conjunción que tienen que ser consideradas como erróneas. Todo lo contrario, no utilizarlas nos haría caer en un grave error. Algunos verbos obligan la utilización de la preposición de, por lo que su ausencia o la de cualquier otra preposición también ha de considerarse un error, denominado queísmo:
(Debe decirse: Me alegro de que hayas podido viajar).
*Me acuerdo que siempre jugábamos en el colegio.
(Debe decirse: Me acuerdo de que siempre jugábamos en el colegio).
*Insistió que teníamos que volver.
(Debe decirse: Insistió en que teníamos que volver).
*Confío que me puedas ayudar en el traslado.
(Debe decirse: Confío en que me puedas ayudar en el traslado).
Por último, el dequeísmo también podemos encontrarlo en oraciones sustantivas que hacen la función de complemento de régimen en donde la preposición de viene a sustituir a la que rige el propio verbo:
*Confío de que esté en su casa.
(Debe decirse: Confío en que esté en su casa).
*Me fijé de que era la misma persona .
(Debe decirse: Me fijé en que era la misma persona).
*Insistió de que los visitáramos.
(Debe decirse: Insistió en que los visitáramos).